Fuentes del rotativo aseguraron que tres personas, dos mujeres y un hombre, que declararon pertenecer a los Grapo, entraron en la delegación encapuchados y armados con pistolas. Tras encañonar al guardia de seguridad, dejaron en la planta deAdministración y Publicidad un paquete con el explosivo.

El artefacto explotó poco después de que la delegación del periódico fuera desalojada, aunque no dio tiempo a que todos los vecinos del inmueble lo abandonaran. Entre los trabajadores de "El Mundo" no se han producido heridos, si bien algún agente de policía sufrió lesiones leves.

Tras conocer el suceso, el director del periódico, Pedro J. Ramírez, manifestó a RNE que "es evidente que se trata de un intento de intimidarnos. Hace tiempo que e vienen produciendo todo tipo de coacciones contra miembros de la redacción de 'El Mundo'", dijo.

Ramírez insistió en que actuaciones de este tipo no conseguirán modificar la posición del diario y su función "como cauce de expresión de la gran mayoría de los ciudadanos". "Los Grapo son uno de los elementos recurrentes de la vida española durante la Transición. No sé cuál es el propósito ni el proyecto que esta gente pueda tener en estos momentos", dijo.