No obstante, este beneficio fue posible gracias a actividades ajenas al negocio bancario en si, que experimentó un retroceso debido a la competencia pr los depósitos a plazo. El beneficio ordinario (que recoge el beneficio de explotación y las dotaciones para insolvencias) fue de 136.000 millones, un 10,8% inferior.

El beneficio de explotación cayó un 12,9%, situándose para los cinco grandes bancos (BBV, Santander, Argentaria, BCH y Popular) en 226.500 millones, pero en parte fue contrarrestado con 17.300 millones menos de dotaciones para insolvencias, como resultado del mejor comportamiento de la morosidad.

El descenso de los beneficios ordinrios "fue más que compensado" por 33.700 millones de "otras actividades". En este último apartado, los bancos consiguieron 83.600 millones de pesetas más que el año pasado en operaciones financieras, en su mayor parte plusvalías con bonos.

A juicio de FG, el segundo semestre de 1995 debería ofrecer una recuperación "moderada" del resultado ordinario de los bancos, si bien estará condicionada a la evolución de la demanda del crédito. No obstante, el efecto de los resultados por operaciones financieras erá más limitado, lo que pondrá las bases para unos beneficios en 1996 más basados en típicos.