Según reconoce Granados en la Memoria de la Fiscalía General de 1995, el esfuerzo de creación que ha supuesto poner en marcha la citada Fiscalía Anticorrupción, resultaría "baldío y decepcionante", si no se facilitan los medios precisos.

A este respecto, se requerirían "unas instalaciones dignas y funcionales, el personal auxiliar idóneo, la informatización de los insrumentos de trabajo, la asistencia permanente de los profesionales de las materias económicas, especialmente de expertos contables, y la adscripción de una Unidad Especial de Policía Judicial".

Asimismo, se asegura que el Fiscal Anticorrupción debe contar con una "sólida preparación" para poder "dar la respuesta que la sociedad demanda" y luchar eficazmente contra los delitos que se le presenten.

También sobre la figura del titular de la Fiscalía, cuyo primer responsable será Carlos Jiménez Villaejo, la Memoria citada asegura que "el espíritu de servicio al interés social tiene que presidir las actuaciones del Fiscal con total imparcialidad, afecten a quien afecten, sin que la ideología política, ni el poderío económico de los posibles destinatarios de sus acciones quebranten el máximo rigor".

Por último, Granados afirma que con la creación de este nuevo departamento la 'corrupción' adquiere "rango legal", algo que ha sido necesario por la existencia de "acontecimientos recientes de indudablegravedad en los que se han visto implicadas personas destacadas del mundo de las finanzas, política y administración".