Los argumentos empleados contra la actuación del fiscal general fueron que en la defensa del interés público se actúa tratando de ver los comportamientos irregulares en que pueda haber incurrido la Administración y los comportamintos irregulares que puedan haber cometido personas ajenas a la Administración y, según dijeron a Servimedia fuentes de la dirección socialista, Granados "no demuestra ninguna diligencia en el comportamiento de determinadas personas, a título individual o desde estructuras mediáticas".

Miembros de la Permanente se quejaron de que hay cintas que se han publicado en los periódicos, que afectan a la intimidad de las personas, sin que el fiscal haya dicho nada.

Los dirigentes del PSOE que expusieron us críticas contra Granados señalaron que es muy poco diligente y le acusan que haya tenido que ser el Gobierno el que le instase a actuar. "Tiene una actitud poco activa, siempre detrás de los acontemientos y, desde luego, marcando la atención en la Administarción e ignorando los comportamientos de otras personas que están participando activante en esta situación".

La argumentación sobre el fiscal general surgió al hilo de una exposición general en la que se habló de la necesidad de cambios de polítias, de actuaciones y de sustituciones, en las que hubo un acuerdo generalizado. En ese contexto, un par de miembros de este órgano concretaron sus opiniones en la figura del fiscal general.

"Este es un método de trabajo donde se habla y se escucha, pero no se responde y se actúa por agregación", dijo un miembro de la Permanente a Servimedia. "Normalmente las intervenciones se van asumiendo por asentimiento".