En la práctica, muchos de los bares podrán estar abiertos hasta la una de la madrugada, aunque se plantea establecer un sistema por el que sea posible la venta de alcohol durante todo el día en locales que se encuentren fuera de las áreas residenciales. La revisión espera permitir un mayor control del consumo de alcohol y evitar los desórdenes callejeros que habitualmente producen personas ebrias.

En Gran Bretaña es común que los locaes anuncien el "toque de queda" para la venta de alcohol, después de lo cual muchos clientes salen a las calles y siguen consumiendo las bebidas que compran en tiendas de ultramarinos.