Con la ayuda de dos proteínas extraídas de la bacteria de la peste que asoló Europa en el siglo XIV, los científicos militares han obtenido una vacuna que ya ha dado muy buenos resultados en pruebas con distinto animales. Esta vacuna es el fruto de muchos años de trabajo en el centro de investigación sobre armas biológicas que el Gobierno británico tiene en la localidad de Porton Down.

Uno de sus creadores, el profesor Rick Hall, declaró que una vez que la vacuna obtenga la autorización, será una forma de protección para los soldados británicos y también para los civiles ante una de estas plagas.

El rotativo londinense asegura que los científicos militares han creado este arma inmunizadora fundamentalmete para proteger a las fuerzas armadas del país de posibles ataques biológicos que pueda planear Irak.