Preguntado si está notando personalmente un deterioro en su imagen pública, el presidente explicó que percibe "el desgaste personal y la pérdida de credibilidad, y lo dicen aemás los estudios de opinión".

Aseguró que no le importaría que se crease un comisión parlamentaria para investigar el 'caso Palomino', aunque señaló que la intencionalidad de la misma "puede colocar de nuevo la dinámica democrática en un camino muy peligroso" y que le preocuparía que obligaran a comparecer a personas que nada tienen que ver con la política.

"Si se demostrara que yo he hecho algún trato de favor, asumiría inmediatamente mi responsabilidad", dijo el jefe del Ejecutivo, quien añadi que "es una bajeza moral utilizar a la familia en la lucha política".

A su juicio, él ya ha dado explicaciones de lo que ha ocurrido con su cuñado, y no se ha probado finalmente ninguna actuación irregular. "La democracia es eso (probar). Lo contrario es la inquisición o el estalinismo". Reveló que está leyendo un libro sobre los archivos literarios del KGB soviético y dijo que le "sobrecogen" los juicios sin pruebas.

"Los ciudadanos pueden estar absolutamente tranquilos. El presidente no ha heco ningún trato de favor. Punto".

CUESTION DE FE

Preguntado por qué hay que creerle ahora, cuando puso `la mano en el fuego' por Mariano Rubio, Gonzalez reconoció que es una cuestión "de fé" y que es fácil no creerle. "Esto es lo que permite que gente que no tenga ningún tipo de pruebas, pueda crear una sensación de alarma que nosotros tenemos que corregir o combatir".

Respecto al silencio que mantiene su cuñado, Francisco Palomino, González dijo que "está escaldado" porque en otras ocasiones, cando se han metido con él, "ha hecho alguna actuación judicial que le ha resultado bastante frustrante, como a algún que otro ciudadano".

De José María Aznar, González indicó que "es evidente que está alimentando cualquier tipo de especulación y eso no me parece serio". Además, señaló que desde el mes de septiembre ha invitado al presidente del PP reiteradamente a ir a La Moncloa para hablar de los problemas del país, pero Aznar no ha aceptado.

El presidente del Gobierno afirmó que en absoluto esá dispuesto a realizar un debate con Pedro J. Ramírez y añadió: "¡Dónde vamos a llevar el disparate en las relaciones del país! El señor Ramírez tiene una función, que es dirigir un periódico; yo tengo otra, que es dirigir un país". No obstante, dijo que "si lo tengo enfrente dentro de un debate, estaré encantado".

El jefe del Ejecutivo advirtió que "en absoluto" se va a sentir concernido si finalmente se demuestra que Francisco Palomino obtuvo trato de favor. "Si se respeta la democracia no habrá eleciones anticipadas", advirtió.

"Eso, de nuevo, sería un planteamiento antidemocrático. Imagínenese que yo tengo un familiar directo que comete un delito. Sería monstruoso que alguien estableciese una relación de causa-efecto entre responsabilidad política y comisión de un delito", explicó.

APOYO DE GUERRA

Felipe González reveló que Alfonso Guerra le ha telefoneado para expresarle su apoyo. Respecto a la afirmación de Guerra de que los "hiperliderazgos" dividen a los partidos, González afirmó qu se refiere tanto a ambos.

"Yo creo que nosotros, durante una serie de años, hemos puesto un cierto cuello de botella para el proceso de toma de decisiones de una formación política que tiene que ser un proceso más plural, más abierto, más colectivo y más maduro", concluyó.

Según el jefe del Ejecutivo, José María Aznar y él no se han reunido antes porque el líder del PP no ha querido atender a sus invitaciones. González cree que no le interesa y que populares e IU tienen un pacto de acoso y derrio contra los socialistas.