González argumentó que "también hay fundamentalismos en nuestras casas", en referencia los países europeos, "igual que lo hay entre los judíos".

El secretario general del PSOE destacó que la Unión Europea va tomando conciencia de la importancia que tiene para su propia establidad y prosperidad que haya estabilidad en los países del sur del Mediterráneo (norte de Africa). En opinión de González, en ese proceso deben ir juntos democracia, desarrollo y cooperación.

En el mismo sentido, los documentos de reflexión del II congreso del PSE señalan que "es importante para los intereses europeos contribuir a la seguridad y a la estabilidad de la región mediterránea, atenuar el desequilibrio económico creciente, vencer la miseria de una gran parte de la población, suprimir las casas de las corrientes migratorias incontrolables, apartar del poder a las fuerzas reaccionarias e introducir reformas democráticas que garanticen a la población la cobertura de las necesidades materiales y sociales básicas".

En la mesa redonda participaron entre otros el presidente del PSE, Rudolf Scharping, y el primer ministro sueco, Ingvar Carlsson. Este destacó que "si no resolvemos los problemas del sur del área mediterránea, eso repercutirá en Europa", y propuso ofrecer ayuda a esos países con mcanismos como el libre comercio, aunque en un prinicipio eso sea perjudicial para los europeos.