En el curso de la rueda de prensa conjunta que celebró con el primer ministro del Principado de Andorra, Marc Forné, González fue preguntado por el temor de CiU a los posibles acuerdos PSOE-IU tras el 28 de mayo.

El presidente respondió que ésa es una pregunta que debería responder Jordi Pujol. Precisó que "nosotros hemos hecho con cierta frecuencia, a niveles locales, acuerdos con Izquierda Unida y nos sentimos con plena libertad, en el caso de que seaconveniente para nosotros, para seguir haciendo acuerdos de esa naturaleza".

"Desde luego (esos acuerdos) nunca han influido ni han alterado la estrategia política y la política económica del Gobierno, y seguirá siendo así", dijo González, antes de repetir "nos sentimos con plena libertad para decidir autónomamente cuáles son los intereses de nuestro partido y no creo que eso va a conllevar ninguna consencuencia ulterior. Otra cosa sólo la podría responder el señor Pujol".

Preguntado si existe peigro de que se rompa el consenso de política exterior, al decir José María Aznar que España está hincada de rodillas a nivel internacional, González recordó que "exactamente" la misma frase fue pronunciada por un líder ultraderechista francés (en referencia a Jean Marie Le Pen).

González aprovechó para hacer una reflexión sobre esta cuestión, que también ha ocupado un lugar central en los mitines que ha dado en la precampaña electoral. "Yo espero", dijo, "que no se rompa nunca en España un consenso báico en política exterior, pero no debo dejar de decirles que mi preocupación, hoy día, está sobre todo en el hecho de que hay una cierta tentación de un discurso antieuropeista".

"Esto", continuó, "no es exclusivamente español, en Francia también se produce y se produce además por interlocutores o por protagonistas políticos que tampoco son tan diferentes".

"Para entendernos, los comunistas franceses también están en una posición antieuropea, cosa que le hemos oido decir al señor Anguita hace poc tiempo", dijo.

"Ellos dirán", señaló en referencia a Izquierda Unida, "que no es antieuropea, que si Europa fuera exactamente como ellos quisieran, entonces serían proeuropeos. Pero, en fin, desde el punto de vista democrático, aceptando que Europa es lo que la voluntad de sus ciudadanos desean que sea y no lo que cualquier tipo con tentaciones mesiánicas quisiera que fuera, me preocupa que empiece a haber un discurso antieuropeo".

Explicó González que "hay una constante histórica en España, digmos que hay unas fuerzas profundas en España que piensan que los peligros o los enemigos vienen de fuera. Yo he pensado, por el contrario, que nuestros enemigos han sido siempre bastante internos y pocos externos".

El presidente del Gobierno afirmó en la rueda de prensa que aun no ha leido la carta del presidente guineano Teodoro Obiang en respuesta a la suya. Añadió que en el momento en que le pida audiencia el embajador de Guinea, le recibirá rápidamente porque le interesa mucho el fondo del asunto,que es el "destino final de Severo Moto", líder del la oposición guineana.

"Hay que seguir insistiendo", dijo González, "en que haya una medida de gracia para Severo Moto, porque condicionará a mi juicio todo el proceso de relaciones y el proceso político".