González, que hizo estas declaraciones al contestar a una pregunta del PP sobre el "despilfarro" que supuso para el país la organzación de tales eventos, cargó contra los populares y señaló que ellos nunca han asumido ese esfuerzo inversor "porque no les ha interesado nunca la modernización de España".

El jefe del Ejecutivo se enorgulleció de "haber hecho todo lo preciso para que 1992 fuera lo que fue" y destacó la importancia que supuso para el país que durante ese año se celebraran los Juegos Olímpicos, la Expo de Sevilla, la Capitalidad Cultural Europea y Sefarad, así como que fueran construidos más de mil kilómetros de autoía.

En este sentido, González se dirigió a la portavoz adjunta del PP, Loyola de Palacio, autora de la pregunta, y, en tono irónico, comentó: "Como saben todos los españoles, yo soy el responszable de alejar España de Europa y ustedes los responsables de acercarla. Esto es una evidencia en la opinión pública".

Por su parte, la parlamentaria popular se remitió a un informe del Tribunal de Cuentas que, en su opinión, refleja "con crudeza y con rigor" que los gastos de 1992 constituyeron un récord d "despilfarro" y de "malabarismo presupuestario", porque supusieron modificaciones por un importe de 4,27 billones de pesetas.

GASTAR MAS

A su juicio, esas modificaciones fueron destinadas no sólo a gastar más, sino a gastar en conceptos y destinos distintos a los aprobados por las Cortes, con el resultado de que el déficit final resultó ser más del doble del inicialmente previsto.

"Mientras se gastaba con tanta alegría y de forma tan incontrolada", agregó, "usted, como presidente del Gobierno,aprobaba el famoso 'decretazo' del desempleo, que supuso uno de los recortes sociales más importantes, seguido del 'medicamentazo".

Loyola de Palacio aseguró que el Gobierno ha perdido un "tiempo precioso" en años cruciales y que este hecho ha significado que España no cumpla ninguno de los criterios de convergencia europea y que tenga que ser el sucesor de González el que asuma el esfuerzo modernizador del país para que España esté "de pleno derecho" en la convergencia real europea.

En el turno e réplica, el presidente del Gobierno acusó a la diputada el PP de no haberse leído el informe del Tribunal de Cuentas y negó que éste reflejara esos supuestos despilfarros a los que aludía la interpelante.