La Comisión Permante resolvió el concurso para cubrir esa vacante a favor de Gómez de Liaño por ser éste el magistrado con más antigüedad en la carrera judicial de los que se presentaron para esa plaza, dado que cuenta con 18 años de ejercicio.

Sin embargo, la incorporación de Gómez de Liaño a su juzgado de la Audiencia Nacional depende ahora de que el presdente del CGPJ, Pascual Sala, acepte su renuncia como vocal de ese organismo, solicitud que presentó ayer ante el responsable del máximo órgano de Gobierno de los jueces.

Además, su asignación al juzgado central de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional debe ser publicada en el BOE en los próximos días, tras lo cual, en el caso de que Sala acepte su renuncia, Gómez de Liaño dispondrá de 8 días para tomar posesión de su nuevo destino.

Por su parte, el juez Bueren todavía continúa al frente el juzgado de la Audiencia Nacional, dado que, aunque el CGPJ le concedió el pasado día 30 enero la excedencia que solicitó con el fin de incorporarse al despacho de abogados, su marcha depende de que ésta sea publicada en el BOE, lo que todavía no ha ocurrido.

Tras conocer su nombramiento como titular de ese juzgado, Gómez de Liaño anunció que en breve se reunirá con el juez Bueren con el fin de que le informe del estado del juzgado, en el que, entre otras causas, se tramita el 'caso Lasa y Zabala'. Gómez de Liaño, que antes de incorporarse al CGPJ como vocal era magistrado de la Audiencia Nacional, rechazó que su petición para cubrir la vacante de Bueren se deba a "claves extrañas", sino que afirmó que solicitó esa plaza para "poder contribuir una vez más a trabajar en beneficio de algo que se llama justicia".

Así, insistió en que su decisión de ocupar el juzgado de Bueren "no tiene más interpretación que un compromiso permanente con los ciudadanos y con la sociedad", aunque reconoció que sutrabajo en la Audiencia Nacional va a ser minuciosamente observado. "Cuando se tienen 18 años de carrera judicial", precisó, "uno está muy pendiente de muchas cosas".

Sobre la aceptación de su renuncia por parte de Pascual Sala, dijo que "el señor presidente acostumbra a pensar bien las cosas. Estas son decisiones que requieren su tiempo, de manera que lo mejor es que confiemos en que don Pascual Sala medite los argumentos que yo le he ofrecido para renunciar al cargo de vocal del consejo y tampoco core excesiva prisa".

Explicó que dichos argumentos para renunciar como vocal del CGPJ "no son de índole política, sino de tratar de poner de manifiesto que donde debe de estar un funcionario público, que es un juez en definitiva, es allí donde más falta hace y quizás nadie ignora que el juzgado central número 1 es un órgano jurisdiccional muy sobrecargado de trabajo tanto en cantidad como por la trascendencia de los asuntos de los que es competente".

Agregó que, asímismo, su decisión de incorporare cuanto antes a la Audiencia Nacional "es además de un sentimiento personal, un sentimiento colectivo de algunos compañeros de la audiencia, encabezados sin duda por su juez decano que me ha hecho llegar el interés de que me incorpore pronto a ese juzgado".

Finalmente, consideró que dejar el juzgado de Bueren sin cubrir "podría significar una gran perturbación", teniendo en cuenta que el CGPJ "tiene un mandato ya excesivamente renovado y está a punto de renovar", por lo que, a su juicio, "lo lógico e pensar desde la posición del juez funcionario público en trabajar allí donde más te necesitan".