La reforma perseguirá promover la creació de empleo fomentando la movilidad de los desempleados y evitando que el cobro de la prestación desincentive a los parados a aceptar un nuevo puesto de trabajo.

En este sentido, el Gobierno trabaja en tres medidas concretas: mantener parte de las prestaciones por desempleo para aquellos parados que acepten un puesto de trabajo de un salario igual o inferior a lo que perciben por el desempleo, bonificar las cotizaciones sociales de empresarios y trabajadores e introducir desgravaciones fiscales.

"stas son las tres posibilidades que el Gobierno está barajando", explicó esta mañana en rueda de prensa el secretario de Estado de Seguridad Social, Gerardo Camps. Además, se incentivará a los parados que tengan que cambiar su lugar de residencia para aceptar un puesto de trabajo.

"Hay que estimular al parado para que acepte un trabajo que esté fuera de su lugar de residencia y cuyo salario sea, además, igual o inferior a su prestación por desempleo, porque no basta sólo con la propia voluntad del traajador", finalizó Camps.