Villar reconoció que las Fuerzas de Seguridad del Estado ocultaban información a la Ertzaintza. "Nos es difícil copartir ciertos datos, aunque deberíamos hacerlo, con un Gobierno (el vasco) que colabora con los asesinos a los que perseguimos", dijo Villar a un medio de comunicación.

Estas afirmaciones provocaron el anuncio de la querella e irritaron al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe porque, precisamente unos pocos días antes, el consejero vasco de Interior, Javier Balza, y el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, acordaron en una reunión en Madrid apartar los asuntos de seguridad de las polémicas políticas. El Gobierno vasco y el central llevaban varias semanas antes discutiendo en torno a la ocultación o no de datos por las fuerzas de Seguridad. El diputado del PNV José Juan González de Txábarri exigió el cese de Villar a Mayor Oreja durante su comparecencia en el Congreso. El ministro, que siempre negó la supuesta ocultación de información sobre la banda terrorista, calificó las declaraciones del delegado del Gobierno de "impecables" y "llenas de sentido común".