Con esta iniciativa se pretende testar las cualidades de las que serán futuras máquinas de votar mediante una experiencia real de voto en la que participen un elevado número de electores y comprobar el grado de asimilación de que dispone el sistema entre los ciudadanos.

Los electores que decian participar, que en 1996 en Bilbao alcanzó el número de 27.000, deberán apoyar con su voto cualquiera de las nueve atracciones infantiles que se presentan a los comicios. El escrutinio determinará el tipo de atracción favorita entre los asistentes.

El proceso electoral se desarrollará de acuerdo con las pautas previstas en el proyecto de ley sobre voto electrónico que aprobó en su día el Gobierno vasco y que se encuentra en fase de tramitación en el Parlamento.

El sistema de voto electrónico seva introduciendo paulatinamente en diversos países para sustituir al actual sistema de papeletas. Como principales cualidades presenta total garantía de privacidad e individualidad a la hora de emitir el voto, menos coste que el sistema convencional, una vez amortizadas las inversiones necesarias para ponerlo en marcha y rapidez en el escrutinio.

El sistema permite efectuar recuentos de listas cerradas y abiertas y permitirá, cuando se lleve a la práctica en la Comunidad Autónoma vasca, disponer de lo resultados provisionales de las elecciones apenas media hora después del cierre de los colegios electorales.