El objetivo general del plan es garantizar el mantenimiento de calados en los 15 puertos, para ello, el plan establece para cada puerto un calado mínimo garantizado, que permite que la operación portuaria se realice en condiciones de seguridad para los buques y embarcaciones, y con un nivel de servicio adecuado para la actividad de cada puerto.

Otro de los objetivo del plan es gestionar de acuerdo con las normas medioambientales los diferentes tipos de vertidos procedentes de los dragados, en un entorno en el que las directrices y normas de respeto al medio ambiente son cada vez más exigentes.

La vigencia temporal del plan será desde su aprobación, que está prevista durante el año en curso, hasta finales de 2010, según informó el Gobierno vasco.

La estimación económica para sus cuatro primeros años alcanza un importe total de 6.697.000 euros. En lo que se refiere a dragados propiamente dichos, el importe alcanza la cifra de 5.970.000 euros.