El acuerdo de colaboración estipula la creación de un mecanismo de intercambio de información para “garantizar la buena cooperación entre las partes”, identificar el perfil educativo y profesional de los refugiados y facilitar su contacto con los responsables que designe Reporteros Sin Fronteras.

También se determinarán las posibilidades de empleo que permitan la inserción laboral de estas personas y se llevará a cabo un seguimiento de quienes consigan acceder a un empleo.

Durante su intervención, Escrivá defendió que tanto en lo concerniente a la evacuación de los refugiados afganos del verano pasado como en lo referido a la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno “se ha centrado en facilitar no sólo la acogida y la documentación de estas personas, sino también en dar continuidad a los estudios de estos refugiados y permitir su inserción sociolaboral en España”.

Por esa razón, consideró de “máxima importancia” esta colaboración, ya que representa “un reconocimiento absoluto a la labor que hacen muchos periodistas arriesgando su vida, a veces, para informarnos de las barbaries que hay en el mundo”.

Por su parte, Alfonso Bauluz señaló que este acuerdo supone “la fórmula para ayudar en su formación a los periodistas que lleguen a España en estas circunstancias, y acompañarles en la búsqueda de una vida normal”.

Reconoció que “el reto más difícil para nosotros es que sigan trabajando como periodistas aquí”, razón por la cual “este acuerdo es tan importante y facilitará que así sea”.

Un total de 450 periodistas ucranianos y otros 25 afganos han llegado a España huyendo de la guerra, mayoritariamente mujeres.