Por segundo año consecutivo, el Gobierno prevé que el conjunto de las Administraciones Públicas terminen el ejercicio con superávit, en este caso, de un 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB).

Según el Ejecutivo, este objetivo es compatible con un crecimiento del gasto del Estado del 7,6%, hasta los 133.947 millones de euros. Los ingresos alcanzarán los 128.000 millones, un 9,2% más que en 2005, con lo que el Estado registrará el próximo año un déficit del 0,4%.

De los casi 134.000 millones de euros que el Estado gastará el próximo ejercicio, casi dos terceras partes están comprometidos de antemano. Se trata de las partidas destinadas a la financiación territorial, el pago de intereses, las contribuciones a la Unión Europea, las pensiones de las clases pasivas y el Fondo de Contingencia.

El tercio restante, es decir, en torno a 45.000 millones de euros, es lo que se reparte entre los departamentos ministeriales.

Los cinco grandes objetivos del presupuesto son la formación de capital físico, humano y tecnológico, a través de la inversión en I+D+i, educación e infraestructuras; la mejora de la protección social; el incremento de la Ayuda Oficial al Desarrollo; la sanidad y los servicios públicos de calidad.

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