Esta nueva ley prima la permanencia de los soldados en los Ejércitos, mejor formación y mayor estabilidad económica y laboral.

Con este proyecto de ley se permite varias novedades como que los militares hasta los 42 años de edad puedan permanecer en las Fuerzas Armadas mientras que con el anterior modelo los 35 años los soldados eran expulsados.

Además incluye el derecho a una asignación económica al término de la prestación de servicio, y, además, la reserva de un cupo de acceso directo a la Guardia Civil y a la Policía Nacional para los soldados que decidan abandonar las Fuerzas Armadas, cupo que en la Policía Nacional asciende al 10 por 100.

De este modo, el nuevo modelo de profesionalización del Ejército se crea la figura del reservista de especial disponibilidad con derecho a percibir mensualmente una asignación económica equiparable al Salario Mínimo Interprofesional, compatible con otras percepciones a excepción del desempleo.