Mazón culpó este lunes al Gobierno del retraso con el que se envió el mensaje de alerta a los móviles de los ciudadanos afectados, al denunciar que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no dio “información” suficiente y desactivó en tres ocasiones la “alerta hidrológica”.

En una entrevista en Antena 3 recogida por Servimedia, Mazón denunció que la CHJ, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, desactivó “hasta tres veces” las alerta.

Además, indicó que la Generalitat no supo “nada” de la CHJ hasta las 18.45 horas del pasado martes, cuando el organismo avisa de que han caído 1.700 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la provincia de Valencia y, “unos minutos después”, se informa de que “hay un riesgo todavía mayor”, que es la ruptura de la presa de Forata, que finalmente resistió.

“AFORO”

Transición Ecológica indicó que las confederaciones hidrográficas, que dependen del departamento dirigido por Teresa Ribera, tienen entre sus competencias “medir y proporcionar datos actualizados en dos instancias: datos de pluviometría y el nivel de los cauces, técnicamente calificado como ‘aforo’”.

“Entre sus competencias no está la de emitir las alertas públicas en materia hidrológica. Son las autoridades competentes en materia de protección civil las responsables de evaluar las posibles afecciones de ese riesgo físico en la población y en el entorno, y, por tanto, de emitir los avisos que corresponda y adoptar las medidas de protección que consideren más adecuadas en cada caso”, precisó.

Transición Ecológica subrayó que “las confederaciones hidrográficas cuentan con una red automática de información hidrológica (SAIH) que permite monitorizar caudales permanentemente para que las autoridades de emergencias valoren la afección concreta sobre el territorio y determinen actuaciones para prevenir daños”.

Añadió que, para realizar esta valoración, cuentan también con datos meteorológicos de predicción proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Respecto a la DANA, Transición Ecológica indicó que los servicios de medición de la CHJ proporcionaron los datos del nivel de los cauces de los ríos.

“Ante la primera crecida del Barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12:30 horas del martes 29 de noviembre, el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana emitió la alerta hidrológica. En esa alerta se advertía a la ciudadanía del peligro de acercarse a riberas y barrancos”, apostilló.

Este peligro vino precedido de un aviso rojo de la Aemet emitido a las 7.31 horas del pasado martes.

Los datos reflejaron después una disminución progresiva del caudal del Barranco del Poyo: 264 metros cúbicos por segundo (m3/s) a las 12.07 horas; 120 m3/s a las 13.20; 55,86 a las 14.35, y 28,70 a las 15,50.

“Estos datos no supusieron ninguna desactivación de la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana. Son únicamente datos objetivos de medición de aforo”, recalcó Transición Ecológica.

“AUMENTO BRUSCO”

Este Ministerio agregó que a partir de las 17.00 se detectó “un aumento brusco del caudal del Barranco del Poyo” y a las 17.30 se alcanzó el mismo nivel de aforo que motivó la alerta emitida al mediodía por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana. “Sin embargo, esta vez las autoridades autonómicas no emitieron una nueva alerta”, subrayaron.

A las 18.55 horas, el caudal alcanzó 2.282 m3/s. “En ese momento, la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar los sistemas de medición”, señaló Transición Ecológica.

En consecuencia, Transición Ecológica destacó que “las autoridades competentes” de la Generalitat Valenciana “contaron con la predicción meteorológica proporcionada por la Aemet y los datos de las consecuencias de esa predicción, es decir, el aumento del caudal en el Barranco del Poyo, especialmente peligrosas desde las 17 horas”.