La diputada de Izquierda Unida Carme García había solicitado expresamente al Gobierno medidas para evitar el consumo habitual de este producto, por entender que es "claramente perjudicial para la salud".

En una respuesta por escrito de apenas página y media, a la que tuvo acceso Servimedia, el Gobierno argumenta que ningún nutriente puede ser calificado como beneficioso o perjudicial de forma aislada.

"Para que la alimentación sea suficiente, completa y adecuada, es preciso no desechar ningún grupo de alimentos de la dieta, debiendo estar el consumidor debidamente informado para poder realizar correctamente la elección de los alimentos que la compongan", dice el Gobierno.

Añade que las palomitas de maíz son un alimento regulado, "debiendo considerarse seguras si se ajustan a lo dispuesto en dicha norma, debiendo consumirse de acuerdo a los principios de una dieta variada y equilibrada".

Por todo ello, "no se tiene previsto adoptar ninguna medida específicamente dirigida a evitar que se comercialicen este tipo de productos, por otra parte, perfectamente ajustados al marco legal alimentario vigente".

El Gobierno subraya también que las palomitas no figuran entre las diez primeras fuentes de sodio, cuya ingesta debe ser controlada, quizá porque su consumo es ocasional, circunstancia que refuerza la ausencia de necesidad para tomar estas medidas.

No obstante, el Ejecutivo reitera su intención de fomentar la disminución del contenido en sal de los alimentos en el cocinado y en la mesa.