Díaz y Garzón explicaron primero esta propuesta a los directivos de Carrefour en una reunión solicitada por esta multinacional, que esta semana ha anunciado el lanzamiento de una cesta de 30 productos básicos a 30 euros, en línea con las intenciones del Gobierno ante la escalada inflacionista.

La vicepresidenta y el ministro explicaron en posterior rueda de prensa los pormenores de la cesta básica que plantea el Ejecutivo y que también trasladarán en la reunión que mantendrán el próximo lunes con el resto de grandes distribuidoras y con las organizaciones de consumidores.

El Ejecutivo propone a las grandes cadenas de distribución una cesta de la compra con alimentos variados que roten cada semana, en la que incluyan pescado, carne, huevos, fruta y hortalizas, con una oferta específica para familias con celiacos.

Según explicó la vicepresidenta, esa cesta debería tener unos productos con precios congelados desde ahora porque la familias tienen que afrontar fuertes gastos por el comienzo del curso escolar, hasta después de Navidades, otro periodo álgido de consumo.

RESPUESTA A ROBLES

La vicepresidenta dijo que el acuerdo entre las distribuidoras en ningún caso se hará a costa de los agricultores y ganaderos, como exige la Ley de Cadena, y el Gobierno vigilará para que así sea.

Díaz también tranquilizó al pequeño comercio y dijo que el esfuerzo que ahora se pide a las grandes distribuidoras no le afectará porque "no tiene capacidad" para limitar los precios igual que las grandes cadenas.

A la vicepresidenta se le preguntó por las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en las que señaló que Díaz no tiene competencias para decidir sobre precios de alimentos. “El bolsillo de los españoles compete a todo el Gobierno, con el presidente del Gobierno a la cabeza”, se limitó a contestar la vicepresidenta.

Ante la posibilidad de que las distribuidoras no lleguen a un acuerdo, la vicepresidenta afirmó que este jueves encontró una actitud “muy constructiva” en Carrefour y confió en observar lo mismo en la reunión del lunes con el resto de grandes cadenas.

“No hago futuribles, pero estoy convencida de que las grandes empresas de distribución son conscientes del enorme problema que tenemos y seguramente van a contribuir en un momento de excepcionalidad. Estoy segura de que van a estar a la altura una vez más”, agregó la ministra.