Preguntado en el Pleno del Senado por el PP sobre el futuro de este reactor, cuya continuidad por 10 años más está avalada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Zapatero expuso que, "en principio, se ha cumplido el ciclo de vida útil de Garoña, los 40 años para los que fue diseñado". De ahí que toque ahora decidir sobre su futuro.

El Partido Socialista, explicó el presidente, concurrió a las pasadas elecciones con el compromiso de asegurar la seguridad de suministro, y optar por un modelo basado en el ahorro, la protección ambiental y el fomento de las energías renovables y limpias.

Con respecto a la nuclear, el compromiso electoral del Gobierno supone "el cierre ordenado de las centrales, conforme vaya terminando de vida útil" y siempre que el suministro eléctrico quede "asegurado".

"Mi primer compromiso es cumplir los compromisos adquiridos con los ciudadanos", sostuvo Zapatero. "Pero también defiendo siempre que la democracia es el respeto a los procedimientos. Hay uno pevisto, en el que el CSN tiene encomendadas unas funciones en estos casos, que ha cumplido", dijo.

En este sentido, recordó que el regulador remitió al Ministerio de Industria el pasado viernes un informe en que se pronuncia sobre la continuidad de Garoña, que el regulador avala siempre y cuando el titular del reactor, Nuclenor, cumpla con una serie de condiciones.

Ahora, el Gobierno "dispone de un mes para analizarlo y pronunciarse", y lo hará "motivadamente" y "en tiempo útil", esto es, antes del 5 de julio. De hecho, el Ejecutivo "ya ha empezado" a analizar el informe del CSN.

Los criterios por los que se regirá el Gobierno para tomar una decisión serán, explicó Zapatero, la seguridad ("más aún cuando es Garoña es una central de primera generación, es decir, se empezó a construir en los años 60"), la seguridad desuministro ("teniendo en cuanta los que Garoña aporta un 1,4% del total" de la electricidad que consume España) y un "criterio general de apoyo a las energías limpias y menos costosas, como alternativa a las nucleares que concluyan su vida útil".

El senador del PP Pío Garcío-Escudero, por su parte, instó al Gobierno a "no hacer política fácil para la galería" e ir más allá de los "discursos ideológicos trasnochados, propios de los años 70".

A su juicio, "la ambigüedad e indefinición y las simplificaciones ideológicas" pueden mermar la competitividad de España, en tiempos de crisis, y "no podemos pedirle a las renovables más de lo que pueden dar ni podemos teñirlo todo de verde".