La previsión señala una evolución económica "más moderada" que la de anteriores ciclos económicos, aunque con una "senda de crecimiento más sano, sostenido y generador de empleo", según Economía.

El Ministerio de Economía explica que este nuevo patrón de crecimiento de la economía española es el resultado de un contexto de mayor estabilidad macroeconómica, de la flexibilización de los mercados de productos y factores que se está realizando y de la integración monetaria con países detradicional equilibrio macroeconómico, como Francia o Alemania.

Para el Gobierno, la economía española ha modificado a lo largo de 1996 la tendencia de desaceleración que venía experimentando desde mediados de 1995, lo que ha permitido avanzar en el camino hacia la convergencia. La contención del gasto público y la reforma de los mercados son, a juicio del Ministerio de Economía, las razones que están detrás de "una intensa reducción de la inflación y de los tipos de interés reales".

Durante el pesente ejercicio, 1997, el Gobierno prevé correcciones adicionales de la inflación y del déficit público, en línea con los criterios de convergencia, lo que permitirá una mejora de las expectativas de los agentes económicos y una situación de holgura financiera de la economía. A su vez, la saneada situación macroeconómica y la continuación de la política de reformas estructurales permitirán "una creación de empleo aún más intensa que en 1996".

Otra previsión que señala el Plan diseñado por el Ejecutiv hasta el año 2000 se refiere a la proyección presupuestaria, que refleja una caída continua del déficit de las Administraciones Públicas en términos del PIB desde el 3 por ciento en 1997 hasta el 1,6 por ciento en el año 2000.

Incluso, en el marco más desfavorable, el Gobierno está convencido de que el déficit público se situaría sistemáticamente por debajo del 3 por ciento del PIB. Esta consolidación fiscal se centra en la contención del gasto corriente, que reduce su peso en el PIB en 2 puntos a lolargo del periodo de referencia.

En conclusión, la contención del déficit público, junto con el perfil de crecimiento expuesto, conducen a una reducción continua desde 1996 del peso del endeudamiento de más de 4 puntos, hasta un nivel próximo al 65 por ciento del PIB en el año 2000.