Según Piqué, el cuadro macroeconómico en el que se está trabajando "va a suponer cifras no muy distintas de las que se han conseguido éste año, en el sentido de una inflación por debajo del 2% y un crecimiento económico que puede estar entre el 3,5 y el 4%, pero es algo que no podemos precisar".

Respecto a la anunciada austerida del Presupuesto en 1999 para seguir recortando el déficit publico, el portavoz confirmó que ese recorte será del 0,5% del PIB, pero advirtió que está en línea con los planes de convergencia europea y estabilidad, y es compatible con el mantenimiento de los gastos sociales y el Estado del Bienestar.

En éste sentido, Piqué reprochó los estudios de entidades financieras que en los últimos días han aconsejado un mayor recorte de gasto, para llegar con la reducción del déficit hasta el 1% del PIB para el onjunto de las administraciones públicas.

"Eso significaría para el Estado un 0,7%", añadió, "unos 500.000 millones de pesetas, y hay que decir que cuando se hacen esos planteamientos hay que decir qué ámbitos del gasto social consideran que deben recortarse". "Ese no es el planteamiento del Gobierno, sino el de hacer compatible el mayor equilibrio en las cuentas públicas con el mantenimiento del gasto social".

El portavoz del Gobierno apuntó que este planteamiento vale también para la reducción revista desde el año que viene en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y la polémica surgida a cerca del coste fiscal que tendrá, en referencia a los estudios del BBV y Argentaria que la cifran en 700.000 millones de pesetas, frente a los 350.000 que estima el Gobierno.

"Supondrá un decrecimento de recaudación", dijo Piqué, "pero las estimaciones que han surgido no son completas y creemos que la del Gobierno sigue siendo la correcta, y desde luego no va a ser compensada con el inremento de otros impuestos".