En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado esta mañana en el Palacio de la Moncloa, Rodríguez manifestó el “respeto absoluto” del Ejecutivo “a las decisiones de los tribunales españoles y europeos” después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena modificara el jueves la acusación contra Puigdemont una vez que entró en vigor la reforma legal llevada a cabo por PSOE y Unidas Podemos.

La ministra argumentó que los hechos demuestran que “el Gobierno hizo una reforma en la dirección de homologar las penas al entorno europeo” y ahora “se puede concluir que los hechos son constitutivos de delito y no se han despenalizado, como otros decían”.

No obstante, la modificación de la acusación de Llarena elimina el posible delito de sedición al asemejarse ahora a desórdenes públicos agravados y se mantiene el presunto delito de malversación pero con una pena menor que antes.

Rodríguez afirmó que “hoy parece más viable que se produzca ese regreso a nuestro país” de Puigdemont y presumió de que la situación política en Cataluña “nada tiene que ver con el pasado” porque se ha pasado de “una de las situaciones más complicadas de los últimos años” como el desafío separatista de 2017 a tener ahora “el reencuentro de la sociedad catalana y la normalidad con las instituciones de nuestro país”.