El tramo más bajo estará ligeramente por debajo del 15% actual, el máximo en el entorno del 42% (45% hoy día) y habrá un solo tipo medio por encima del 25%, todo ello ligado a un mínimo exento de entre 10.000 y 12.000 euros.

Según pudo saber Servimedia en fuentes que han trabajado en la elaboración de la propuesta, hasta última hora se han mantenido en marcha simulaciones para calcular los tipos que se pueden aplicar para simplificar "al máximo" el IRPF, como comprometía el PSOE en su programa electoral, pero para garantizar también el nivel de ingresos y la progresividad.

De hecho, la intención del Ejecutivo es que la reforma tenga el coste más bajo posible y que éste sea en todo caso compensado por la mejora en la lucha contra el fraude, gracias al plan que la Agencia Tributaria ya ha puesto en marcha.

Además de la modificación en los tipos impositivos, la reforma del IRPF incluye, entre otras, variaciones en la fiscalidad relativa a la vivienda.

Así, se mantendrán los apoyos fiscales a la compra tal y como están actualmente, debido a la complejidad de aplicar un retoque, mientras que se pondrá en marcha un sistema de apoyo fiscal al alquiler para "equipararlo al máximo" y "armonizarlo" con el respaldo a la compra.

Otra de las modificaciones, ya anunciadas por el Ejecutivo, es eliminar las deducciones familiares de la base del impuesto e incluirlas en la cuota. Se trata de que quienes tengan más ingresos no puedan deducirse más por sus hijos que quienes tienen menos ganancias, al fijarse una cifra de deducción para todos, que beneficiará a los contribuyentes con menos ingresos.

AHORRO

En el capítulo del ahorro, la pretensión del Gobierno socialista es equiparar las rentas del ahorro con las del trabajo, algo difícil de realizar, dado que las del ahorro tributan al 15%.

Así, se maneja una ligera subida en esta tributación, que podría llegar al 18%, pero no superior para evitar el riesgo de una huida de capitales fuera de España, aplicar un mínimo exento de tributación de unos 3.000 euros y hacer que el resto de plusvalías por encima de ese importe entren en la base del impuesto para tributar gradualmente.

En cuanto a los planes de pensiones, el Gobierno maneja rebajar el apoyo fiscal a los mismos, al considerar que se favorece especialmente a quienes tienen capacidad para realizar mayores aportaciones, además de apostar por otros sistemas de ahorro, como los seguros de vida y la dependencia.

En líneas generales, la reforma fiscal trata de acabar con la "maraña" de deducciones existentes en el IRPF, de acercar la tributación del trabajo a la del capital, de incentivar modelos de ahorro que no beneficien sólo a las rentas altas y de no tener un coste excesivo para las arcas públicas.