Ese año, la aportación española crecerá en 132.213 millones de pesetas, mientras que las transferencias recibidas de la CE aumentarán sólo en 31.712 millones.

En conjunto, los pagos realizadospor España ascenderán a 686.223 millones de pesetas, repartidos de la siguiente manera: 460.760 millones por el IVA, 101.550 por el Producto Nacional Bruto, 16.000 millones como aportación al Fondo Europeo de Desarrollo y 107.913 millones por los recursos propios tradicionales.

Por contra, los ingresos recibidos procederán casi en su mitad del Feoga-Garantía, el fondo comunitario que apoya las intervenciones administrativas para sostener los precios y las producciones agrícolas, que aportará 356.052 mllones.

El resto provendrán del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), con 210.000 millones; otros 88.493 millones del Fondo Social Europeo; 82.000 millones del Feoga-Orientación; y los 20.000 millones restantes por otras vías.

Estas cifras confirman el temor del Gobierno español a convertirse en 1993 ó 1994 en un contribuyente neto de la Comunidad.

Para impedir esa eventualidad, exigirá una mayor participación en los fondos estructurales y que se imponga el principio de que ningún pas con renta "per capita" inferior a la media comunitaria pueda ser un aportador neto de fondos.