Los contactos de esta semana entre ambas partes se han saldado con un nombre encima de la mesa para el puesto de gobernador, el del ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, y el rechazo del PP por ver tintes de politización para la institución.

El pasado miércoles por la tarde, desde el Ministerio de Economía y Empresa se trasladó a la prensa que el Gobierno y el PP siguen “dialogando” para llegar a un acuerdo y, por tanto, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, no iba a comparecer al día siguiente en el Congreso de los Diputados, como pretendía hacer para exponer los nombres de gobernador y subgobernador. La Ley de Autonomía del Banco de España establece que el gobernador será nombrado por el Rey, a propuesta del presidente del Gobierno, entre quienes sean españoles y tengan reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios, y con carácter previo al nombramiento, el ministro de Economía comparecerá en el Congreso de los Diputados para informar sobre el candidato propuesto.

El PP trasladó a esta agencia al día siguiente de que se cancelara la comparecencia y cuando el nombre de Escrivá ya estaba en la prensa que apoyar su candidatura para dirigir el Banco de España “no sería consecuente” con la Ley del Ministerio Fiscal que votó el pasado jueves en el Congreso, que prohíbe que pueda ser fiscal general del Estado quien haya estado los cinco años anteriores ejerciendo un cargo político. Los ‘populares’ empiezan a sospechar que el Gobierno no quiere realmente un acuerdo al proponer a Escrivá, porque ya descartó su nombre hace unas semanas.

Génova tenía la predisposición de acordar un nuevo gobernador del Banco de España esta semana para que se pudiera sentar en el Consejo de Gobierno del BCE del día 18 y pronunciarse, pero, desde el primer momento, rechazaron acceder a un “acuerdo rápido” que supusiera elegir a un perfil que, a su parecer, no sea apto para la responsabilidad que supone dirigir el Banco de España, bien por su formación o politización.

“Ningún acuerdo puntual va a permitir que dejemos que tomen el pelo a los españoles colonizando las instituciones y poniendo un Tezanos en cada una de las instituciones del Estado”, señaló ayer, sábado, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. “Lo último que se les ha ocurrido es proponer un ministro al frente del Banco de España. Pues que no cuenten con el PP. Sánchez pretende repartir el Consejo de Ministros en las instituciones del Estado. Eso no es lo que el Estado precisa y necesita”, avisó Feijóo.

Desde Moncloa ya habían trasladado que hay margen para pactar, ya que el puesto de gobernador lo está ocupando de manera interina la subgobernadora, Margarita Delgado, hasta el mes de septiembre, cuando finaliza su mandato sin posibilidad de prórroga.

La propia Delgado ha quitado importancia al hecho de que España no pueda votar en la reunión del BCE al señalar que sí puede intervenir y que las decisiones se toman por consenso. Además, el voto es rotatorio por grupos de países y no corresponde un voto a cada país.

Escrivá estaba en las quinielas casi desde el principio y se le llegó a preguntar entonces si se veía en la institución y respondió que “no es algo que tenga pensado”. Junto a este nombre también ha trascendido el de la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Monserrat Martínez, que también ha aparecido en las quinielas para subgobernadora; la actual secretaria general del Tesoro y anterior presidenta del FROB, Paula Conthe; quien fuera subgobernador del organismo Fernando Restoy, hoy presidente del Instituto de Estabilidad Financiera; Ángel Ubide, que trabaja en el fondo Citadel, o el actual presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa.

Al ser preguntado esta semana por la propuesta de Escrivá, Carlos Cuerpo pidió “prudencia” sobre las negociaciones y aseguró que los nuevos responsables de la entidad saldrán “de candidatos de la misma solvencia y profesionalidad” que los actuales.

Fuentes del Gobierno insisten en que "es fundamental el manejo de los tiempos" para "llegar a un acuerdo bueno" y recalcan que "aún estamos a tiempo". Desde el Ejecutivo consideran "más fácil" llegar a un acuerdo con el PP tras la ruptura de sus Gobiernos con Vox y confían en que se den avances en la próxima reunión que tendrá lugar la semana que viene.