El director general de Política Ambiental, Domingo Jiménez, aseguró a Servimedia que "la oferta española era y sigue siendo mejor que la suiza".

Las autoridades españolas habían propuesto la isla de La Cartuja, en Sevilla, como sede para acoger el secretarido de uno de los convenios que surgió en la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada el año pasado en Río de Janeiro.

Sevilla competía con Nairobi y Ginebra, ciudad elegida finalmente por el doctor Mustafá Tolba, director ejecutivo del PNUMA hasta hace unas semanas.

Sin embargo, Domingo Jiménez aseguró que "España no acepta con resignación la decisión, por lo que habrá diversas acciones ante Naciones Unidas. Nadie ha demostrado que Sevilla sea peor sede que inebra".

"GINEBRA, SEDE DE TODO"

"La decisión del director ejecutivo del PNUMA", agregó, "es que la sede temporal del secretariado esté en Ginebra, pero esta decisión está influenciada por una hipótesis de partido, que consiste en colocar todas las sedes donde ya había sedes. Ginebra, cada vez más, será la única sede de todo".

Por ello, las autoridades españolas propondrán la candidatura de Sevilla para que acoja la sede definitiva del secretariado, que deberá ser elegida por los países que foren parte del convenio.

La elección de la sede permanente podría retrarse durante los dos próximos años, por lo que el Ejecutivo "intentará aclarar el proceso que ha desembocado en la elección de Ginebra como sede temporal, aunque de forma no estridente", según el propio director general de Política Ambiental.

A juicio de Domingo Jiménez, la capital andaluza cuenta con el respaldo de los países iberoamericanos, el Tercer Mundo y la Comunidad Europea.