EL GOBIERNO PACTA CON LAS CONSTRUCTORAS MAS INVERSIONES EN CARRETERAS A CAMBIO DEL APLAZAMIENTO DE LA DEUDA
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Hacienda ha autorizado al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) a contratar en 1992 nuevas obras de carreteras con cargo a los presupuestos de 1993, por valor de entre 350.000 y 370.000 millones de pesetas. El objetivo es acabar en el 93 el Plan de Carreteras 1986-1991.
Según informó hoy el responsable del MOPT, José Borrell, en la Comisión de Industria del Congreso, el acuerdo con Hacienda cuenta ya con el respaldo de las empresas constructoras españolas, cuys responsables, afirmó, "han recibido la noticia con gran satisfacción".
El pacto con las constructoras incluye el compromiso de las empresas de no exigir toda la deuda pendiente por carreteras, a cambio de contratar en 1992 las obras pendientes del plan, con el fin de mantener la actividad del sector.
Borrell explicó que "no existe motivo de preocupación en el sector de la construcción dedicado a la obra civil por una posible caída de la actividad después de los eventos de 1992", y aseguró que l actividad prevista por su ministerio este año permitirá mantener unos 60.000 empleos.
Para el presente año, el MOPT tiene comprometidos ya 335.500 millones de pesetas en obras de carreteras, de los 380.800 le fueron consignados con este fin en los presupuestos generales del Estado para 1992.
Esos compromisos limitaban la capacidad del Estado para licitar nuevas obras de carreteras durante 1992, ya que sólo disponía de 45.300 millones de pesetas para contratar nuevas actuaciones, aspecto que hubira retrasado aún más el programa de autovías del Gobierno, cuyo final estaba previsto para este año.
Las previsiones presupuestarias del MOPT para 1992, según Borrell, contemplan la ejecución de 1.032 nuevos kilómetros de autovía que, según el ministro, podrían llegar a los 1.050, lo que calificó de un "record histórico" que dificilmente volverá a repertirse.
Además, anunció el acondicionamiento de 713,8 Km. de carretera y la ejecución de obras de conservación en otros 938,4 Km., para lo que estáasignado un gasto público de 321.800 y 59.000 millones de pesetas, respectivamente.
Explicó en la Cámara Baja que, tras el acuerdo con Hacienda, el objetivo de su departamento es contratar en 1992 todas las obras del plan que estaban pendientes, con el fin de concluir la modernización de las carreteras españolas en 1993 ó, en el peor de los casos, durante el primer trimestre de 1994.
A partir de esa fecha, añadió, "la política de infraestructuras entrará en una nueva generación, marcada por los nevos criterios de reparto del gasto público, del que es un ejemplo el reciente acuerdo sobre financiación alcanzado con las comunidades autónomas".
En el turno de portavoces parlamentarios, el representante del PSOE calificó de "orgullo nacional" el compromiso de inversión expuesto por José Borrell, frente a las críticas de los demás grupos del Congreso por el retraso en las obras.
Todos los grupos de la oposición coincidieron en calificar de "burla" o de "demagógica" la intervención de Borrell, l tiempo que advirtieron al ministro que sus compromisos en inversiones para los próximos ejercicios "son la constatación del fracaso socialista en carreteras durante 1991", y "el anuncio de terminar en 1992 y 1993 lo que debería estar concluyéndose ahora".
(SERVIMEDIA)
11 Mar 1992
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