Eso fue en mayo, pero en las últimas semanas, tras varios atentados -el último derribó una discoteca en Santesteban (Navarra)- y el envío masivo de cartas a empresarios exigiendo el "impuesto revolucionario", el Ejecutivo ha eliminado la expectativa de su discurso y la ha sustituido por eficacia policial.

El cambio coincide con un episodio que se produjo el pasado 6 de diciembre, durante la recepción del Congreso por el aniversario de la Constitución. Hasta ese día, y desde el mes de mayo, fecha de la resolución del Congreso por el final dialogado, el presidente del Gobierno no había cejado en la mención "prudente" a esa expectativa aun cuando ETA seguía atentando.

Pero el 6 de diciembre, media hora después de que José Luis Rodríguez Zapatero dijera a los periodistas que mantiene una "expectativa razonable y cierta" del fin de la violencia, ETA hacía estallar cinco bombas en otros tantos puntos de autopistas de entrada a Madrid, generando un caos considerable.

Hoy, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, realizó balance general del año político y no hizo referencia alguna a un asunto que ocupó buena parte de la agenda política del primer semestre. Sí subrayó, por el contrario, la detención de 193 etarras.

Preguntado al respecto, Moraleda replicó que el Ejecutivo no tiene "ningún comentario que hacer" más allá de los resultados del combate policial contra ETA.

Cuando se le ha pedido una valoración del comunicado publicado hoy por "Gara", en el que los terroristas reivindican 21 atentados en los últimos dos meses, el portavoz del Gobierno ha sido todavía más claro: "nuestro balance es el número de detenidos puestos a disposición de la Justicia".