Así aparece en un real decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y que versa sobre la gestión de los residuos de los productos del tabaco con filtros y los filtros comercializados para utilizarse con productos de tabaco.

La norma parte de una directiva comunitaria de 2019 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente con el fin de prevenir y luchar contra la basura marina.

Esa directiva se centra en los productos de plástico de un solo uso que más frecuentemente aparecen en las playas, entre ellos los productos del tabaco que contienen plástico y que se desechan de forma incontrolada en el medio ambiente.

El real decreto determina que, a los cinco años de su entrada en vigor, los recipientes que formen parte de los sistemas públicos de recogida deben estar diseñados de manera que dispongan de una infraestructura específica que permita la separación de los residuos de productos del tabaco con filtros y los filtros.

PLAYAS

Además, indica que los ayuntamientos podrán a través de ordenanzas municipales establecer limitaciones de fumar en las playas y sancionar a quienes las incumplan, algo ya recogido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, aprobada en 2022.

Igualmente, la industria tabaquera tendrá que financiar la limpieza de los vertidos de basura dispersa, incluida la de las infraestructuras de saneamiento y depuración, la recogida de los residuos de tabaco depositados en los sistemas públicos de gestión y su tratamiento, la recogida de información, las medidas de concienciación, la realización de estudios y los costes asociados a las garantías de los sistemas

Por otro lado, el Gobierno obliga a elaborar desde 2030 programas de prevención y ecodiseño a los productores de tabaco que superen una cuota anual de un 2,5% sobre el total nacional de productos del tabaco puestos en el mercado, con el fin de reducir el contenido en plástico en esos productos y su abandono como basura dispersa.

El real decreto incluye la creación de una sección de productos del tabaco con filtros y filtros en el Registro de Productores de Productos, y la obligación de inscripción por los productores de producto y de remisión de información con carácter anual.