"Hasta donde yo puedo saber", dijo en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, el debate que se está produciendo en el Tribunal Constitucional es "el normal" de su funcionamiento ante un asunto de envergadura.

Lo que cree el Gobierno, aseguró, es que los miembros del tribunal están interesados en "acabar" cuanto antes con este asunto, pero también en hacerlo "con responsabilidad" en la búsqueda de un acuerdo.

Reconoció que al Gobierno, como a los ciudadanos, le gustaría mayor celeridad en los pronunciamientos del Tribunal Constitucional, pero ante todo está el respeto por "los tiempos y los procedimientos".

El Ejecutivo mantiene su confianza en la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña y avanza que en todo caso acatará la sentencia, porque eso es "lo razonable", y no "cuestionar" las decisiones de los tribunales y mucho menos "presionar".