EL GOBIERNO NO SE SIENTE "PARA NADA" RESPONSABLE DE LA TENSION TERRITORIAL

-El Gobierno considera a ETA "una amenaza debilitada"

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro Portavoz, Eduardo Zaplana, afirmó hoy que el Gobierno no se siente "para nada reponsable" de la tensión territorial con Cataluña y el País Vasco, ni de la crispación con que, según la oposición, concluye la legislatura. "Mas bien al contrario", añadió el portavoz, quien subrayó la necesidad de que el Ejecutivo defienda una Constitución amenazada por diversos frentes.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Zaplana ha realizado balance de los logros de la legislatura y ha pedido perdón por los errores que haya podido cometer el Ejecutivo, aunque se negó a espcificar cuáles eran. Cuando se le ha preguntado por el debate de la crispación y la tensión, ha resaltado que la pasada legislatura, sin mayoría absoluta del PP como ésta, también concluyó en medio de acusaciones de prepotencia.

El portavoz aseguró que el Gobierno ha cumplido "a rajatabla" los compromisos del presidente del Gobierno en el debate de investidura, en especial "la reivindicación más importante para esta legislatura", como fue la suficiencia financiera de las autonomías consolidada con el cuerdo de 2001 en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, incluso con el voto de Andalucía.

El Gobierno, según otras fuentes oficiales, está especialmente molesto con el hecho de que Manuel Chaves sea ahora partidario de una Agencia Tributaria propia que, unida a las reclamaciones de Pasqual Maragall para Cataluña, obligaría a reformar de nuevo el marco de financiación autonómica.

Eduardo Zaplana ha resaltado hoy que todas las autonomías han sufrido una "aceleración" de trapaso de competencia en estos cuatro años, completando algunas tan importantes como Educación o Sanidad, que no justifican la ofensiva territorial que estamos viviendo.

Otra cosa es que el escenario político ha llevado al gran partido nacional de la oposición, el PSOE, a avalar posiciones "que no se preveían que pudieran ser las suyas", recalcó una semana más para enmarcar lo que el Gobierno y el PP consideran el gran error de José Luis Rodríguez Zapatero. La doctrina oficial al respecto es que Zapatero ha asumido tesis ubricadas por el PSC en el acuerdo tripartito de Cataluña que chocan frontalmente con la Constitución.

"El Gobierno estará siempre por la defensa del marco constitucional y de los estatutos de autonomía", resaltó el ministro. "Las cosas se pueden 'vender' como se quiera, pero no ha sido ninguno de los miembros del Gobierno el que ha dicho que el drama está servido (si no se acepta la reforma del Estatuto de Sau, según Maragall); no hemos sido nosotros los que hemos dicho que el proceso es irreversible ni los que hemos hablado de que nos sentimos incómodos en el marco constitucional (Carod-Rovira); no hemos sido nosotros los que hemos dicho que hay que entenderse desde Cataluña con Castilla y el resto (Maragall)... Son frases que no me estoy inventando", reflexionó Zaplana.

"SE LLAMA A LOS TERRORISTAS POR SU NOMBRE"

El ministro Portavoz ha negado un punto de inflexión en la estrategia de Gobierno y PP frente al Ejecutivo de Pasqual Maragall, a raíz de una reunión de la Ejecutiva nacional del PP, elebrada el lunes en Madrid, durante la cual el candidato del PP catalán Josep Piqué habría pedido a sus correligionarios moderación porque los ataques a un gobierno no nacido todavía se entendían mal en Cataluña.

"Yo estuve presente en ese debate. Fue una intervención del señor Piqué que coincide puntualmente con todo lo que hemos venido diciendo en los últimos días", dijo Zaplana, para añadir a continuación que el documento del tripartito, no el gobierno en sí, legítimo, aclaró, contiene aspectos inonstitucionales que producen "preocupación y desasosiego". "Dijimos lo que teníamos que decir y no cambio ni una coma de lo dicho", reiteró el portavoz una semana más.

Antes de estas consideraciones, formuladas a preguntas de los periodistas, el ministro había señalado en su declaración inicial que el trabajo del Gobierno en estos cuatro años ha hecho que España sea "un país más próspero, más fuerte y más preparado para hacer frente a los retos y oportunidades que se le presentan". Tras agradecer a lo españoles la confianza depositada en 2000, Eduardo Zaplana resaltó que España ha registrado en 2003 su octavo año de crecimiento económico con unas tasas que duplican las de la UE.

"España se ha convertido en una referencia para las economías de todo el mundo, al lograr unas cuentas públicas saneadas y equilibradas (...) hablar de pleno empleo ha dejado ya de ser una utopía para convertirse en un objetivo perfectamente asequible", añadió. "Los españoles pagan hoy menos impuestos y tienen hoy sus pensones garantizadas gracias, entre otras medidas, al fondo de reserva de la Seguridad Social, lo que nos hace mirar al futuro con tranquilidad y con confianza".

Respecto a ETA, el Gobierno considera que hoy ya es "una amenaza debilitada". "Esta ha sido una legislatura en la que se ha llamado a todos los terroristas por su nombre. Nadie que defienda la muerte y el terror podrá encontrar ya ni refugio ni dinero en las instituciones democráticas y los terroristas tendrán que cumplir sus penas de manera íntgra".

El Ejecutivo, añadió, no sólo ha cumplido los compromisos fijados por José María Aznar en su debate de investidura, sino que ha afrontado problemas sobrevenidos, como las sucesivas olas inmigratorias o el hundimiento del buque 'Prestige'. "Este último suceso", leyó Zaplana, "sacó a relucir lo mejor de los españoles y sentimientos tan arraigados en nuestra sociedad como el espíritu de sacrificio y de solidaridad".

(SERVIMEDIA)
26 Dic 2003
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