EL GOBIERNO NO PUEDE TOLERAR LA "BELIGERANCIA" DE LA IGLESIA CONTRA LAS MUJERES, SEGUN LA FEDERACION DE MUJERES PROGRESISTAS
-"Se está produciendo un rearme gravísimo de la Iglesia en España", según la dirigente feminista
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La presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, aseguró hoy a Servimedia que el Gobierno no puede toerar las manifestaciones vertidas en su última pastoral por el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, porque son beligerantes contra la mujer, caldo de cultivo de la violencia machista y retrotraen a la época del Nacional Catolicismo.
De acuerdo con sus declaraciones, un obispo nunca se hubiera atrevido a decir semejante cosa "si fueran otras las personas que estuvieran gobernando en Cataluña y en España".
El obispo de Valencia pide, en su última pastoral, que la mujer vuelva al hogar para uidar a los hijos y acabar así con el paro. Para esta autoridad de la Iglesia católica, el problema del reparto del trabajo no se puede separar de la relación entre hombre y mujer.
A juicio de Pérez del Campo, ésto es gravísimo, porque se están reproduciendo las palabras de Franco y citó: "Devolveré a las mujeres al calor del hogar".
En su memoria histórica, la representante feminista señaló que estas actitudes retrotraen a los tiempos del Nacional Catolicismo, en donde los clérigos y las autoriddes jerárquicas de la Iglesia católica gobernaban en el Parlamento español.
Pérez del Campo considera que tolerar semejantes actitudes a la Iglesia Católica con respecto a manifestaciones como las que acaba de hacer el arzobispo de Valencia en su última pastoral es "increible".
Añadió que "el obispo no se da cuenta que las mujeres una vez que han salido del reducto del hogar, de la esclavitud, y cuando estamos denunciando la violencia que sufrimos, esto es caldo de cultivo de la violencia, volvera colocar a la mujer en situación de inferioridad, de segunda clase".
La presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas instó al arzobispo a que se vaya él a su casa y, a la Iglesia, a cerrar la boca "porque estamos en un estado laico, no confesional y decir esto cuando el paro es femenino, es una provocación seria y grave", apostilló.
A su juicio, el Gobierno no debe tolerar semejantes beligerancias por parte de la Iglesia, porque son declaraciones políticas que atañen a la sociead. Pérez del Campo insistió en que se está produciendo un rearme gravísimo de la Iglesia en España, "estamos empezando a pensar que en este país gobierna la Iglesia", subrayó.
Por último, pidió a la Iglesia que no intervenga en cuestiones que atañen a la política de la nación y que se limiten a intervenir en el foro de la conciencia y para aquellos exclusivamente que practiquen su religión.
(SERVIMEDIA)
19 Mar 1999
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