El Gobierno autónomo ha decidido suprimir las ayudas en forma de bonificación de intereses, al no haber existido ninguna solicitud al respecto desde el anterior decreto de mayo de 1991.

Por el contrario, ampliará de 1.250.000 pesetas a dos millones el límite máximo de subvención para inversiones en casas rurales, aunque deberá pasar un mínimo de un año para aceder a una nueva ayuda, mientras que se redcen de 10 a 5 años los suficientes para consolidarse turísticamente.

El Gobierno foral obligará asimismo a los titulares de estas explotaciones a suscribir un seguro de responsabilidad civil en el plazo de un año.

Labiano reiteró que para el Ejecutivo autónomo el control de calidad y la marca serán prioritarios, por lo que ha previsto la puesta en marcha de dos programas, uno de asistencia técnica y asesoramiento y otro de comercialización y gestión.

Navarra dispone de 136 casas rurales con n total de 840 plazas en 62 ayuntamientos. El presupuesto anual es de 41 millones de pesetas y los beneficios netos medios de cada explotación se sitúan alrededor de 400.000 pesetas al año, con ingresos medios por facturación de unas 720.000 pesetas.