Todos los grupos parlamentarios, excepto UPN, ya adelantaron, al igual que los sindicatos, su rechazo a estas medidas fiscales al estimar que se favorecerá a las rentas de capital y se penalizará a las de trabajo. El Gobierno regionalista de Miguel Sanz tendrá que negociar si quiere que su proyecto prospere dado que UPN cuenta con sólo 17 de los 50 escaños del Parlamento foral.

Para el Ejecutivo, el objetivo de ese paquete de medidas es que Navarra no tenga peores condiciones para la inversión que otras regiones del entorno, en referencia a la Comunidad Autónoma Vasca. En este sentido, el portavoz del Gobierno, Santiago Cervera, insistió en que no se pretende crear una zona privilegiada ni agravios comparativos y sí que Navarra esté en las mejores condiciones para la generación de empleo.

Por otro lado, el consejero de Economía y Hacienda, José María Aracama, anunció que su departamento tiene ya ultimado el aneproyecto de presupuestos para el año próximo, que será presentado esta semana.

Aracama adelantó que el Gobierno de Navarra gastará en 1997 un total de 268.000 millones de pesetas frente a los 255.300 del año anterior y que espera un incremento del 5% en la recaudación vía impuestos.