Este apoyo expreso se ha producido despuésde que hoy el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid (CAM), Javier Urra, y la ONG Horizontes Abiertos presentaran al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, una serie de propuestas encaminadas a evitar que los niños convivan con sus madres reclusas en las cárceles habituales.

"Vamos a dar un impulso político a la propuesta, que consideramos una buena solución a esta problemática, pero dejando patente que hay que contar con el resto de instituciones implicadas en el tema, como la Dirección Gneral de Instituciones Penitenciarias, la Administración General del Estado y el ayuntamiento donde al final pudiera ubicarse el centro de mujeres o madres", indicó Manuel Cobo.

Según señaló Urra a Servimedia, en la actualidad alrededor de 60 niños conviven con sus madres reclusas en las cárceles de Soto del Real y en la de Aranjuez. Aunque la situación de los menores en las cárceles ha mejorado mucho en los últimos años, no es el mejor sitio para el desarrollo de un niño.

"Son niños de entre 0 y3 años, periodo en el que se produce el mayor desarrollo cognitivo del menor, y aunque los funcionarios de la prisión, los pediatras y los equipos de atención sean buenos profesionales, no deja de ser la cárcel. Están 24 horas allí metidos, donde no hay distancias físicas ni para mirar a lo lejos y el niño apenas sale de allí", dijo.

Por todo ello, y para evitar que los niños convivan con sus madres en cárceles habituales, el Defensor del Menor propone, en primer lugar, desarrollar las Unidades Dependentes que están funcionando en la actualidad. Se trata de pisos tutelados por una Organización No Gubernamental y controlados por funcionarios de prisiones.

En la comunidad sólo hay dos, gestionadas por Nuevo Futuro y Horizontes Abiertos. Son para personas que no han cometido hechos muy graves o que ya están en el tercer grado. "Viven en pisos con ONGs y allí cumplen la condena, pero ahora están muy poco desarrolladas y apenas acogen a 12 menores", lamentó Urra.

Asimismo, la otra propuesta es hacr un nuevo diseño de las Unidades Dependientes, que supondría que las madres estén en la cárcel de 9 de la mañana a 5 de la tarde y después vayan a la Unidad Dependiente de las ONG, donde pueden estar con su hijo hasta el día siguiente.

"Se consigue que el niño no entre nunca en la cárcel y supone que se modifique y se invierta el actual estándar del tercer grado, en donde los presos salen por el día y vuelven por la noche", explicó.

Por último, la propuesta final consiste en crear una "Unidad deMadres", independiente de toda cárcel y por dentro con forma de hogares. Allí estarían madres con niños y no sería propiamente una cárcel.

Después de presentar las propuestas al presidente regional y comprobar cómo han sido bien acogidas, Urra declaró que "es uno de los días más felices como Defensor del Menor porque he visto que el impulso se va a dar", concluyó.

Actualmente la Ley General Penitenciaria de 1995 establece que las madres internas podrán estar con sus hijos hasta los 3 años. En otrs países hay normas similares, salvo en Noruega, por ejemplo, donde no se permite jamás que un niño entre en la cárcel. En los Países Bajos sólo pueden estar con la madre los nueve primeros meses y en Italia hay una suspensión condicional de la condena de la madre hasta que el niño alcanza una determinada edad.