Según informaron hoy a Servimedia fuentes del Ejecutivo, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hablará con su homólogo marroquí después de una serie de gestiones realizadas en los últimos días por el embajador español.

De acuerdo con estas fuentes oficiales, "está cerca una solución satisfactoria" que se ha visto dificultada hoy después de la nota pública difundida por los corresponsales.

El Gobierno español explica que la prioridad ahora es conseguir la acreditación de las dos periodistas de la COPE y de la SER a las que se les ha denegado, y en un segundo término se estudiarán las quejas de los informadores españoles.

Los interlocutores de La Moncloa consultados señalaron que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, estuvieron hoy muy al tanto de este asunto.

Tras conocer las gestiones del Gobierno de Zapatero, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, se felicitó por la "diligencia" mostrada por la Administración española.

"La respuesta política del Gobierno ante esto no puede ser blanda, ni se puede mirar para otro lado, porque esto afecta a la defensa de un derecho constitucional", dijo Urbaneja a esta agencia.

Para el presidente de la APM, el gabinete de Zapatero "no puede pretender que España tiene unas relaciones normales con un país vecino si ese país vecino hostiliza a la importante colonia de informadores españoles que hay en Rabat".

"El flujo informativo es esencial, y obstaculizarlo no significa tener unas relaciones normales entre dos países", subrayó Urbaneja.