“Reúnanla, constitúyanla”, espetó el secretario de Estado y director del Gabinete de Presidencia del Gobierno, Óscar López, durante su comparecencia ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, ante la rendición de cuentas que le pidieron todos los partidos presentes en la comisión, salvo el PSOE, que se ciñó al motivo de la comparecencia, la nueva ‘Estrategia de seguridad nacional 2021’ y el ‘Informe anual de seguridad 2021’.

López indicó que “ahí, en la comisión, es el foro donde se pueden dar explicaciones”, por lo que animó a los partidos a que, si quieren información, que trabajen para que se active esta comisión en la que se “darán las explicaciones oportunas” porque el Ejecutivo “no tiene nada que ocultar”. “Parece que confío yo más que los propios diputados”, comentó.

Precisamente, los vetos cruzados en el Congreso han impedido la constitución de esta comisión, la única cuya formación no está recogida en el Reglamento del Congreso. Ante el interés para que ahora se constituya, desde el Ejecutivo, a través del PSOE, se va a impulsar una resolución de la Presidencia para modificar la vigente que establece tres quintos como la mayoría necesaria para constituirla. Esa resolución, que se impulsaría si el PP persiste en el veto a que partidos independentistas formen parte de la misma, podría aprobarse este martes.

Durante su intervención, el director de Gabinete mostró “empatía” y comprendió la “preocupación” de los que aparecen en las informaciones publicadas, pero remarcó que el Ejecutivo “explicará lo que sea necesario” porque no hay “nada que esconder” y de ahí su “colaboración” con la Justicia, con la comisión que aborda los secretos oficiales y con la investigación de oficio anunciada por el Defensor del Pueblo. Pero eludió muchas de las preguntas sosteniendo que "tienen un problema de base, parten de la base que el Gobierno ha hecho algo”.

Así, defendió que se puede “pedir más” pero no consintió que se diga que el Gobierno “se ha escondido” porque, resumió, ha dado “la cara”, ha tomado la iniciativa y pretende “ser transparente”. "Curiosa forma de esconderse mandar al ministro de Presidencia ha reunirse con el Govern”, dijo ante la entrevista de Félix Bolaños con su homóloga catalana, Laura Vilagrà, este domingo.

Este caso de las escuchas a través de Pegasus monopolizó las intervenciones de los representantes de ERC, Junts, Bildu y la CUP en esta comisión mixta Congreso y Senado, en la que reclamaron unas explicaciones que no dio el socialista. Mientras, Ciudadanos lo justificó y el PP y Vox mantuvieron cierta ambigüedad. El PNV no participó en la comisión.

'WATERGATE' ESPAÑOL

La diputada independista Miriam Nogueras, una de las afectadas, denunció que se les ha “espiado sin límites” y no solo se han “violado” los derechos fundamentales suyos sino también de todo su entorno, en lo que denominó como el “'watergate' español”.

“Se les desmiembra todo el Estado de derecho y ustedes no dan la cara”, por lo que les advirtió de que si no “depuran” responsabilidades es que son “cómplices” de lo que ha ocurrido y les culpó como los responsables de que la mesa de diálogo con Cataluña sea ahora un “aparador congelado”. Se está pidiendo al Gobierno que actúe “pero, de momento, lo que están haciendo ustedes es aquello que conocemos popularmente como 'un Rajoy', es decir, hacer ver que aquí no está pasando nada”.

La diputada de ERC Montserrat Bassa también evidenció la indignación por la falta de explicaciones y rechazó las medidas ofertadas por el Gobierno, además de calificar de “inútil y opaca” la comisión a la que el Ejecutivo remite las explicaciones.

De hecho, denunció en sus primeras palabras que López no hiciera mención a “este escándalo mayúsculo que es un claro atentado a la democracia” en la primera exposición. Para concluir, sostuvo que “nadie puede dudar de que detrás de este espionaje está el Estado español”.

"UN METEORITO"

Otro de los afectados, el diputado vasco de EH Bildu Jon Iñarritu, se dirigió a los socialistas para remarcar que “es más grave este caso que el 'watergate'”. “Estoy preocupado y no soy de los que quiere que este Gobierno acabe, pero no entiendo cómo están tan tranquilos con la situación de crisis que se está produciendo”, alertó Iñarritu, quién también denunció que con él “no ha contactado nadie, ni del Gobierno ni del Congreso”.

Dudo en varios momentos de que el Ejecutivo sea consciente de la magnitud de lo que ocurre, hasta el punto de que afirmó que “les está viniendo un meteorito y no saben lo que va a suceder”, usando el ejemplo de la película 'Don`t look up' (No mires arriba). Ante las evasivas de la implicación del Gobierno, Iñarritu defendió que "si no sospechasen que algo tiene que ver el CNI no habrían iniciado una investigación interna”.

Desde la CUP, Mireia Vehí criticó también el “silencio incómodo” del Partido Popular con este caso y cuestionó por qué “no hay explicaciones públicas del escándalo de espionaje más grande” y si éste era una “herencia” de la etapa de los populares en La Moncloa.

JUSTIFICACIÓN

Diferente a todos fue la intervención del portavoz de Ciudadanos en esta comisión, Miguel Gutiérrez, quien justificó el espionaje al tiempo que pidió al Gobierno que “no se humille” con las explicaciones al Ejecutivo catalán. “Pediría, por la seguridad de todos, que no vuelve a humillarse como ha hecho Bolaños, porque creo que este país no se lo merece”.

Eso después de afirmar que “parece mentira que no entiendan que un Estado moderno y civilizado como es el español tiene servicios de información y seguridad que, con garantías constitucionales, tienen que obtener información para evitar delitos contra la seguridad del Estado y, si no, no haber dicho aquello de ‘lo volveremos a hacer’”, en referencia al orgullo de los independentistas ante lo ocurrido en 2017 y que la propia Nogueras reivindicó en la comisión.

La supuesta "humillación" de Bolaños que Gutiérrez denunció fue respondida, primero, por el representante de Unidas Podemos en la comisión, Ismael Cortés, quien lo denominó “diálogo”, y por el propio López, quién defendió que se trata de “dar la cara, ser transparente, tomar la iniciativa y no tener nada que ocultar, pero allá cada cual con sus interpretaciones”.

No obstante, Cortés afirmó que el Gobierno -del que forma parte Unidas Podemos- debe “aclarar si el Estado ha sido o es cliente de la empresa de espionaje NSO” y “poner fin a los espionajes políticos”. “Esto es un ataque a la pluralidad democrática ideológica que defiende nuestras Constitución” y, “ante la noticia de que activistas, políticos y periodistas independentistas hayan sido víctimas, la línea a seguir debe consistir en investigar lo hecho en profundidad, depurar responsabilidades”.

DE PERFIL

La aportación del diputado de Vox, Víctor González, a la cuestión se dirigió sobre todo a denunciar la actitud de los socios parlamentarios del Gobierno. Tras indicar que “si ha sido ilegal”, lo lamentaba “enormemente” porque “la ley hay que respetarla”, se dirigió a los afectados para decirles que dejen caer al Gobierno.

“Si están tan indignados, déjense de hipocresía, suspenda (el apoyo) y vayamos a elecciones a ver qué quiere el pueblo español” porque “son los que están sustentando al Gobierno y no vale romperse la camisa y al otro lado poner la mano para cobrar la paguita”.

El portavoz del PP, Juan Antonio Callejas, no abordó el tema en profundidad y se limitó a señalar que “es vital” que Sánchez “no dependa” de las fuerzas independentistas, por lo que mantuvo el rechazo del PP a que ERC y Bildu formen parte de la comisión de materias reservadas en la que el Gobierno quiere dar los detalles sobre el espionaje a través de la directora del CNI. “No es sensato que el ministro de Presidencia se reúna con una consellera independentista para ofrecer una información que se escatima al PP”, dijo Callejas. “La lealtad se practica y no solo se recibe”.