EL GOBIERNO INSISTE EN ATENUAR LA EXPECTATIVA SOBRE UNA NEGOCIACION CON EL ENTORNO DE ETA
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El Gobierno está firmemente decidido a atenuar las expectativas acerca de una posible negociación con Batasuna o con ETA, y esa estrategia se deja ver también entre los máximos dirigentes del PSOE, tanto en público como en privado.
Primero fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que aseguró que es necesario trabajar por la esperanza, "pero sin hacernos ilusiones", y después la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, la que incidía aún más en atemperar los rumores.
En las últimas horas todos los ministros que se han dejado ver en actos públicos han eludido la pregunta de los medios de comunicación y cualquier alusión a este asunto. Incluso, en privado, intentan difundir un mensaje que silencie lo que consideran riesgo de excesivo optimismo.
Uno de los miembros del gabinete de Rodríguez Zapatero justificaba este silencio ante un grupo de periodistas con el argumento de que no tiene sentido hablar de una partida que no se está jugando, y alertaba sobre el riesgo de frustrar una expectativa alimentada públicamente.
Dicen desde el Gobierno que el límite de lo que, razonablemente, se puede decir, lo puso el propio presidente en su entrevista del pasado miércoles, en la que afirmó que aprovechará cualquier mínima oportunidad de paz y en la que abogaba por trabajar "por la esperanza, pero sin hacernos ilusiones".
Reconocen que el Ejecutivo tiene información de la que se fía, y que procede de numerosas fuentes, también del análisis del contexto y de la actual situación, del comportamiento que ha tenido en los últimos días el entorno de ETA.
Algunos dirigentes socialistas subrayan en privado que ETA ha cumplido ya el mayor lapso de tiempo de su historia sin cometer asesinatos, aunque recuerdan también sus atentados, como el último en Getxo.
Muchos cargos públicos del País Vasco reconocen también la importancia de algunos matices de la última carta de Batasuna, en la que desliga el diálogo de un escenario independentista y aboga por un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas.
Pero no son pocos, tampoco, los que alertan de que se pueda tratar de una estrategia de la formación "abertzale" para ser legalizada antes de las próximas elecciones autonómicas vascas, de ahí el mensaje insistente de que Batasuna debe cumplir la ley, y eso no es una decisión política que competa al Gobierno ni a los partidos políticos.
Ante la posibilidad de que Batasuna haya emprendido una estrategia interesada buscando sólo la legalización, los socialistas vascos han emitido mensajes como el de Patxi López alertando de que, si "va en serio", no puede marcarse horizontes tan cercanos.
Lo que está claro es que el Ejecutivo quiere que las especulaciones sobre una posible tregua y sobre los pasos que se darían a continuación dejen de estar en los titulares de los medios de comunicación. El propio presidente reconocía a un grupo de periodistas que no todos los días se puede hablar de ETA.
Durante todo el día del sábado, el único dirigente socialista que habló de los terroristas fue el secretario de Organización, José Blanco, desde Magaz de Pisuerga, donde clausuró unas jornadas de debate sobre la Constitución europea. Lo hizo para responder a las declaraciones de José María Aznar pidiendo al Gobierno que mantenga la política antiterrorista.
Blanco reconoció que, por primera vez en mucho tiempo, concidía en una reflexión con Aznar. "Estoy de acuerdo en que para combatir con eficacia el terrorismo hay que continuar el camino marcado con el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, planteado en su día por el PSOE", dijo.
Ese pacto, afirmó, ha dado frutos, ha contribuido a que ETA sea hoy más débil y, por ello, la estrategia a seguir es la de los criterios y principios marcados en ese acuerdo.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 2005
CLC