La Audiencia Nacional condenó en julio del año pasado a 18 militantes de la banda terrorista, que se autodisolvió en 1991, a un total de 120 años de cárcel, pero el mismo tribunal solicitó al Gobierno el indulto para los condenados, atendiendo a "la escasa entidad del daño causado, la importancia de las penas y otras razones de política criminal", según la sentencia.

Los ex terroristas mostraron su deseo de colaborar con la justicia. También negaron la mayor parte de ls acusaciones, que según ellos se basaban en confesiones arrancadas bajo torturas y malos tratos, y expresaron su propósito de luchar por la independencia de Cataluña solo por medios pacíficos.