Se sigue así el sistema utilizado por los jueces, en el que se prescinde de las provisiones temporales de vacantes y, a cambio, se elige a un sustituto, que no podrá ejercer su labor en ese destino durante más de un año.

La nueva legislación permitirá nombrar fiscales sustitutos para todo tipo de bajas (licencias de enfermedad, maternidad o servicios especiales, además de permitir ocupar las vacantes que ya han sido dotadas presupuestariamente y para las que todavía no exista un nombramiento definitivo.

Para realizar todo este procedimento, será el Ministerio de Justicia -previo informe motivado del fiscal general del Estado-, el que decida en cada ocasión cuántas plazas pueden ser ocupadas por fiscales sustitutos, además de proceder a convocar los concursos para la selección de aspirantes.

El ministerio se reserva también la capacidad de nombrar fiscaes sustitutos en el Tribunal Supremo en atención a las necesidades del servicio, con una duración máxima de un año.