El Ejecutivo ha deflactado todas las escalas de las tarifas del IRPF en un 2,1 por ciento, para evitar la "progresividad en frío" de la inflación, y ha elevado de 1.210.000 a 1.250.000 el mínimo exento de la obligación de prácticar retención. Como consecuencia de estos cambios, unos 386.000 asalariados de rentas bajas dispondrán de 85.000 millones de pesetas adicionales.

Por otra parte, el Consejo de Ministros aprobó un decreto, que entrará n vigor el 15 de febrero, que eleva del 15 al 20 por ciento la retención a los profesionales y del 30 al 40 por cien las aplicadas a los miembros de consejos de administración.

Además, se establece una nueva retención del 15 por cien para los rendmientos procedentes del arrendamiento de locales de negocio, excepto en el caso de los alquileres más bajos, hasta 150.000 pesetas al año, y cuando el arrendador esté sometido al Impuesto de Actividades Económicas.

Estas novedades en la tributación de prfesionales, consejeros y titulares de locales de negocios podrían suponer, según los cálculos del Ministerio de Economía, unos ingresos de 139.000 millones de pesetas: 50.000 millones por la elevación de las retenciones a profesionales, 80.000 millones por los locales de negocios y 9.000 millones por la subida a consejeros.