Solé Tura hizo esta afirmación durante la conferencia que pronunció en el rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid, dentro del ciclo "El Mercado Unico", en el que participan varios miembros del Ejectivo español.

El ministro de Cultura se refirió a la elaboración de un reglamento sobre exportación de bienes culturales en la frontera común exterior, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 1993, así como una directiva de restitución automática de bienes culturales exportados ilegalmente, que serán aprobados en los próximos meses por los ministros europeos en la materia.

"El principal problema radica ahora", afirmo Solé Tura, "en la elaboración de una lista de bienes que se acogerán a l restitución automática en función de criterios de antigüedad y valoración económica. De esta forma, la mayor parte de nuestro patrimonio contaría no sólo con los mecanismos nacionales existentes, sino también con la protección de los doce miembros, una vez desaparecido el control de fronteras entre los países comunitarios".

Según el Tratado de Roma, la creación del mercado interior no tiene por qué implicar la supresión de los derechos de los Estados miembros a conservar en su territorio los bienes clturales más representativos de su patrimonio cultural.

La Administración española ha propuesto que los países comunitarios adopten, como principio general, que la libre circulación de bienes culturales esté amparada, desde el punto de vista administrativo, por un certificado que acredite que la exportación del bien del que se trate ha sido concedida por las autoridades competentes.

Actualmente, gran parte de los Estados miembros de la Comisión de Comunidades Europeas consideran como requisito inxcusable la existencia de este certificado.