En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, expresó el apoyo y afecto a la familia del guardia civil "brutalmente asesinado" por ETA.

Expresó su solidaridad y también el deseo de pronta recuperación de las personas heridas en el mismo atentado, y aseguró que el Gobierno seguirá "a su lado" y junto a los miembros de las fuerzas de seguridad.

Fernández de la Vega reiteró que Piñuel "ha sido otra víctima inocente de la barbarie de ETA, un miembro de la Guardia Civil que cumplía con su deber de proteger la vida y los derechos de todos los ciudadanos".

"Ante tanta barbarie, ante tanta brutalidad, todas las fuerzas políticas democráticas tenemos el deber y la obligación de responder con unidad y firmeza, como hicimos ayer", advirtió.

El Gobierno, aseguró, seguirá poniendo todos los instrumentos del Estado de Derecho en defensa de la vida y la libertad, y seguirá combatiendo a los terroristas "con coraje y fortaleza democrática" hasta "derrocarles definitivamente".

Sobre esa base, no quiso avanzar en la posibilidad de que esa unidad conduzca a la suscripción de un pacto antiterrorista por escrito con el PP.

Lo importante, argumentó, es lo que ya se ha producido, la unidad de los partidos democráticos. "El Gobierno se felicita por ello", aseguró, y confía en que sea así "para siempre", hasta lograr derrotar a ETA "todos juntos".