José Luis Rodríguez Zapatero dejó claro hoy que mantendrá vigente la ley de partidos gracias a la cual Batasuna fue ilegalizada y a la que el Gobierno señala como elemento fundamental para el debilitamiento de ETA y la llegada al actual momento.

Pero el presidente habló también de seguir trabajando para lograr el tradicional objetivo de atraer a las reglas de juego democráticas a quienes nunca lo han aceptado.

Fuentes gubernamentales consultadas por Servimedia explicaron que no existe intención alguna de legalizar formal y expresamente a Batasuna. Entienden que eso sería "acercar la ley a Batasuna", algo que siempre han dicho que no se haría porque lo procedente es "acercar a Batasuna a la ley".

Por ello, lo que se espera es un paso del entorno político de ETA en la dirección de aceptar la defensa de sus planteamientos mediante los mecanismos que la democracia proporciona a los partidos políticos, renunciando implícitamente a otros métodos.

De la ronda con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, previa al anuncio del presidente, algunos partidos deducen que una formación aglutinante de la izquierda abertzale podría ser legal en otoño para incorporarse a la mesa de partidos que se creará, previsiblemente para esas fechas, en el País Vasco.

UNA NUEVA BATASUNA PARA OTOÑO

Intuyen que esa formación no condenará la violencia pasada, pero sí formulará una especie de ideario en el que apostará por la vía política como único instrumento para defender sus planteamientos a partir del nuevo momento político.

Eso serviría para que la izquierda abertzale fuera interlocutor político de los demás partidos vascos y pudiera formar parte de la mesa de diálogo que el "lehendakari" pretende poner en marcha en otoño.

La izquierda abertzale podría también ser interlocutor a la hora de emprender las conversaciones que conduzcan a lo que el propio presidente ha llamado "gran acuerdo de convivencia".

Según sus propias palabras, ese acuerdo debería recoger la pluralidad de la sociedad vasca y alcanzarse con total libertad y en ausencia de violencia, teniendo claro que los vascos "decidieron libremente su futuro" cuando votaron la Constitución de 1978.

Eso excluye la posibilidad de que el reconocimiento del derecho de autodeterminación sea aceptado como elemento a negociar por parte del Gobierno, tal como dijo el presidente en el Parlamento en respuesta a una pregunta del peneuvista Josu Erkoreka.

Junto con el anuncio de inicio del diálogo con ETA, Rodríguez Zapatero aseguró que el Gobierno respaldará un marco de convivencia pactado por los vascos con "voluntad democrática y sujeción a la legalidad".

Por lo pronto, Batasuna ya ha juzgado "positiva" la declaración de Rodríguez Zapatero y ha asegurado que el proceso de paz ya está en marcha.

PREOCUPACION EN EL PP

En el PP existe una gran preocupación, según reconocieron a Servimedia fuentes populares, ante la posible vuelta de Batasuna a la legalidad y su participación en una mesa de partidos a partir de otoño en la que se buscaría un nuevo acuerdo sobre el marco jurídico del País Vasco.

Los populares consideran que Batasuna no puede ser reconocido como interlocutor político "hasta que ETA no se disuelva" porque, de lo contrario, el entramado terrorista negociaría, por un lado, la paz con el Gobierno y, por otro, el futuro político de Euskadi con el resto de los partidos.

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, reiteró en su declaración de esta mañana que la única vía para que Batasuna vuelva a la legalidad es que "ETA desaparezca" y, por lo tanto, deje de ser el brazo político de la banda armada.

El propio Rajoy es consciente de que la legalización de Batasuna es el objetivo "más próximo" de ETA, ya que es de vital importancia para la izquierda abertzale poder presentarse a las elecciones municipales convocadas para mayo de 2007.