EL GOBIERNO ESPERA QUE IBARRETXE "SEPA TRADUCIR"SU DESCENSO ELECTORAL Y NO INSISTA EN EL CHOQUE INSTITUCIONAL
- Achaca su aparente enrrocamiento en los postulados mássoberanistas a un intento de "no perder la cara"
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El Gobierno espera que el "lehendakari", Juan José Ibarretxe, "sepa traducir" el resultado de las elecciones del 17 de abril, en las que la coalición PNV-EA sufrió un retroceso de cuatro diputados, y no insista en ir al choque institucional mediante diálogos imposibles con la ilegalizada Batasuna.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha señalado que los vascos adoptaron el 17-A "una decisión inequívoca de cambio" respecto a la confrontación contínua desde el nacionalismo que presidió la legislatura anterior.
De la Vega se ha limitado a seguir en público la línea aséptica marcada por el ministro para las Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que en la primera valoración oficial del Ejecutivo sobre la propuesta de Ibarretxe de crear una mesa con Batasuna, recordó ayer que "lo que cuenta son los debates y votos del Parlamento".
A su vez, Sevilla se había cuidado muy mucho de dejar el mensaje político duro al PSE y al secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido, que rechazaron sin ambages cualquier diálogo con Batasuna.
"Desde luego el debate no debe hacerse en foros paralelos", ha dicho la "número dos" del Gobierno. Sin embargo, no ha querido ir más allá, cogiendo el guante del enfrentamiento nada más iniciada la legislatura vasca, cuando se le ha preguntado si teme una legislatura bronca como la pasada.
"El Gobierno va a seguir trabajando para mantener el respeto institucional", ha reiterado, tras explicar que aunque no está previsto que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reciba al "lehendakari" antes de las vacaciones, tampoco es descartable a priori.
FUERA DE JUEGO
Fuentes del Ejecutivo consultadas por Servimedia quieren creer que este inicio de Ibarretxe rescatando el grueso de su plan (la Mesa extraparlamentaria con Batasuna y el referéndumde autodeterminación) es una escenificación para "no perder la cara" tras el fracaso de la gran apuesta nacionalista.
Oficialmente, se seguirá inisistiendo al mandatario vasco en la necesidad de que "asuma" que su mayoría es precaria ycondicionada al oxígeno que le dé el PCTV, a cuyo electorado intentaría atraerse con gestos como la mesa con Batasuna propuesta en el Debate de Investidura, explican estas fuentes.
El Ejecutivo valora también el hecho de que, en la actual dinámica de ETA, sin muertos y emitiendo señales de agotamiento, el PNV ha quedado fuera de juego, pues serían en todo caso el propio Gobierno y la ETA los protagonistas de un hipotético diálogo tras el abandono de las armas.
Así las cosas, prosiguen estas fuentes, Juan José Ibarretxe trataría de retomar una iniciativa política muy mermada no sólo por los resultados adversos de unas elecciones que quiso convertir en plebiscito del plan soberanista.
(SERVIMEDIA)
24 Jun 2005
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