En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el presidente acudirá a esa reunión sin orden del día establecido, con la agenda abierta "y sin condiciones previas".

Hay, no obstante, asuntos "prioritarios" para el presidente, como la lucha contra el terrorismo, la reforma de la Justicia o la renovación de los órganos constitucionales, y también la situación económica.

Sobre esos asuntos el Gobierno espera "acuerdos" o al menos "líneas de trabajo" compartidas. En la lucha contra el terrorismo, insiste en la disposición a "hacer aproximaciones" con los demás partidos para buscar vías legales que impidan la vecindad de un etarra al salir de prisión con sus víctimas.

Eso es lo que ocurrirá con Ignacio de Juana Chaos cuando salga de prisión, el próximo 2 de agosto. El Gobierno no descarta que la exploración de "vías legales" para impedir ese tipo de situaciones esté sobre la mesa de la reunión.

Desde el Gobierno se reitera que el presidente acudirá al encuentro con voluntad de diálogo y con la lealtad institucional que, a su entender, debe presidir las relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.

Sobre esa premisa el Ejecutivo "da la bienvenida" a Mariano Rajoy, "y más aún" si el líder del PP acude con voluntad de contribuir a la gobernabilidad y "pasa de las palabras a los hechos para constatar la voluntad de acuerdo de la que han venido hablando él y su partido en las últimas semanas".

El presidente recibirá a Rajoy justo al día siguiente de celebrar con un gran acto en Madrid por los cien primeros días de gestión, en los que, según la vicepresidenta, se ha demostrado el trabajo "desde el primer momento".

Ante la principal preocupación de los ciudadanos, la situación económica, la vicepresidenta aseguró que el Gobierno "reconoce la situación en toda su dimensión, asume la complejidad y la afronta con decisión, pero sin sucumbir al desánimo" y acentuando la confianza en empresarios y trabajadores.

"Nunca hemos dicho que fuese fácil", dijo la vicepresidenta, pero lo importante es que los ciudadanos sean conscientes de que "nadie va a quedar abandonado a su suerte".