EL GOBIERNO ELIMINARA EL PRIMER TRAMO DEL IMPUESTO AL ELEVAR CONSIDERABLEMENTE EL MINIMO EXENTO
- Quiere situar el mínimo personal por encima de los 10.000 euros, frente a los 3.400 euros actuales, pero descarta bajar el tipo impositivo del 15% por su elevado coste
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El Gobierno perfila lo que será su propuesta de reforma fiscal, que hará pública a finales de mes, en la que ha descartado reducir el tipo mínimo del 15%, pero, a cambio, elevará el mínimo exento de forma sustancial, con lo que reducirá la presión fiscal de las rentas más bajas, según informaron a Servimedia fuentes del Ejecutivo.
La previsión de rebajar el tipo mínimo del 15% al 14%, o incluso al 13%, como se había planteado en un principio, se ha dejado en un cajón por el excesivo coste que supondría para la recaudación.
El Gobierno baraja que la reforma del IRPF ahorre a los contribuyentes unos 2.500 millones de euros, cifra que se dispararía si se baja el tipo mínimo del impuesto.
A cambio, el Gobierno optará por elevar el mínimo personal exento y subirlo desde los 3.400 euros actuales hasta una cantidad por encima de los 10.000 euros. Esto podría hacer que cerca de cuatro millones de contribuyentes tuvieran un tipo impositivo del 0%.
Las fuentes consultadas por Servimedia expresaron que "no hace falta bajar el tipo si lo que se hace es elevar el mínimo exento de tal manera que desaparezca el primer tramo".
De esta manera, muchas más rentas bajas que se mantienen por debajo de esa cantidad no pagarían nada a Hacienda, algo que, además de no tener un coste tan elevado como la medida anterior, simplificaría aún más el impuesto, uno de los objetivos del equipo de Pedro Solbes y Miguel Sebastián.
DEDUCCIONES
Además, a esta iniciativa habría que sumar el cambio previsto en el tratamiento de las deducciones por hijo y la intención de trasladarlas de la base a la cuota del impuesto.
Esto supondría que la deducción por hijo es lineal para todos los contribuyentes, no como ahora, que las rentas más elevadas se deducen un importe mayor que quienes ganan menos, dado que va ligado a la capacidad de deducirse, mayor cuanto más renta.
Esta medida también significa un ahorro sobre el modelo anterior, dado que todos los hijos se desgravan el mismo importe (aún por determinar), mientras que antes se deducían más unos que otros y elevaba el importe global de la medida.
El dibujo del nuevo impuesto puede quedar en una reducción del tipo impositivo máximo del 45% actual al 42%, no se tocaría el mínimo (15%), aunque de facto desaparece, y se eleva el mínimo exento hasta por encima de los 10.000 euros. Los tipos se quedarían reducidos a cuatro.
La reforma no variará los incentivos a la compra de vivienda habitual pero los extenderá al alquiler. Además, se unificará la tributación del ahorro y se elevará del 15% al 18% el gravamen sobre las ganancias de capital. Se reorientarán los incentivos a planes de pensiones, de manera que se premien modelos nuevos como los planes de cobertura de dependencia o los de empresa.
En definitiva, se trata de una reforma de escasa profundidad, orientada a mejorar la tributación de las rentas más bajas, penalizar ligeramente las del capital y, sobre todo, tratar de simplicar la panoplia de deducciones que ahora se pueden aplicar, en busca también de un sistema más equitativo y redestribuidor de la riqueza.
(SERVIMEDIA)
15 Ene 2006
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